miércoles, 12 de enero de 2011

Oración 19 de Noviembre de 2010

Acordémonos que estamos ante la santa presencia de Dios… Adorémosle.


¿Qué es un Misionero?


En algún lugar entre lo santo y lo inimaginable encontramos una criatura muy curiosa llamada Misionero. Misioneros vienen de distintos tamaños, pesos y colores, pero todos han sido enviados por el mismo Señor quien manda a todos a evangelizar.

Misioneros se encuentran en todas partes: saliendo, animando, lanzándose, regresando de haber estado, trayendo, soportando y tomando su lugar. Cristianos los aman, pueblos los esperan, padres los extrañan, paganos los ignoran y Cristo los protege.


Misionero es la verdad aclamando a Cristo hasta el cansancio, es el amor sirviendo con todas sus fuerzas, es la ternura en cada sonrisa que refleja al mismo Dios vivo, es la sabiduría con una Biblia en el bolsillo, y esperanza con Cristo en su corazón.

Misionero tiene la paciencia de un pescador, la audacia de un acróbata, la visión de un soñador, la fuerza de un constructor, la inteligencia de un maestro, la gracia de un comediante, la ilusión de un niño, y cuando emprende alguna cosa, todo lo hace en oración.

¿Quién pudiera entender el corazón de un misionero? Solamente Aquel que lo llamó de entre las multitudes, para su servicio. ¿Quién pudiera entender sus sentimientos, la felicidad que le produce seguir la obra que le fue encomendada, el gozo que es ver a un niño reír, cantar, amar a Dios, el cansancio tan satisfactorio que es caminar en pos de Cristo? Sólo Aquel que lo ha llamado, y le ha puesto un corazón de valiente, y ha fundido su mismo carácter en su vida, para que pueda sentir lo que Él siente, y ha derramado su amor desbordando su mismo corazón, para que un misionero pueda ser obediente al llamado. Dios le recompensará cada una de las cosas que ha dejado por ser obediente, le dará gratificaciones, que nadie más le podrá hacer.

Cita bíblica: Mt 9, 37-38 Y Jesús dijo a sus discípulos: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen, pues, al dueño de la cosecha que envié trabajadores a recoger su cosecha”.

San Juan Bautista de la Salle…Ruega por nosotros,

Santa Teresita del niño Jesús…Ruega por nosotros,

Nuestra señora de la estrella reina y madre de las escuelas cristianas… Ruega por nosotros.

Continuare oh Dios mío ¡Haciendo todas mis acciones por tu amor!

Que viva Jesús en nuestros corazones ¡Por siempre!