martes, 29 de diciembre de 2009

Creo que es muy importante no perder de vista que el grupo juvenil promedac no tiene una organización con jerarquías y puestos o cargos con diferentes niveles de autoridad y responsabilidad y que por lo tanto NO existen ascensos a los cuales aspirar.

Es decir, no olvidemos que nuestro fin como Misioneros NO es llegar a ser pastoralista o llegar a dar tal o cual catequesis o trabajar para ser coordinador del grupo, NO, por el contrario nuestro objetivo y por lo que debemos luchar y trabajar día a día es por lograr la Fe que nos permita la aceptación plena de la voluntad de Dios en nuestras vidas para servir de instrumentos con un abandono total de nosotros mismos (Mira a Santa Teresita del niño Jesús patrona de las misiones pero jamás salió a una misión, o a San Juan Bautista de la Salle que sus ultimas palabras antes de morir fueron “adoro en todo la voluntad de Dios para conmigo”).

Muchas veces nuestro principal error es querer decirle a Dios como hacer su trabajo “sabes que Señor como que la estas regando no creo que yo sea bueno en esto que me pones o no creo que aquel sirva para eso que le encomiendas” imagínate a Jesús diciéndole “Padre como me pides que llame a estos para ser mis discípulos si no son mas que pescadores gente con oficios comunes habiendo estudiosos de la ley y tu Palabra” o Juan después de la muerte de Jesús orando “ Señor como nombraste a Pedro cabeza de tu iglesia si te negó 3 veces yo te acompañe hasta tu muerte” . Las obras de Dios no se realizan gracias a nuestras capacidades o a nuestros juicios se realizan solamente cuando dejamos que Dios actúe a través de nosotros a su manera y a su tiempo, cuando dejamos de intentar forzar las cosas a nuestra conveniencia.

Los invito pues a que en lugar de cuestionar tanto a Dios nos unamos en oración para que siempre se mantenga la voluntad de Dios en cada uno de nosotros y por lo tanto en nuestro grupo y si te sigues topando con los mismos sentimientos recuerda las palabras de San Josemaría Escrivá de Balaguer {…} “No olvidéis que formamos una familia. Todos somos iguales en la Obra: no hay clases {…} Yo estoy contento de servir a Dios: no soy más que un servidor de Dios, y le pido que tenga cada día mayores deseos de servirle” y lee el punto 691 de Camino: “¿Estás sufriendo una gran tribulación? —¿Tienes contradicciones? Di, muy despacio, como paladeándola, esta oración recia y viril: "Hágase, cúmplase, sea alabada y eternamente ensalzada la justísima y amabilísima Voluntad de Dios, sobre todas las cosas. —Amén. —Amén." Yo te aseguro que alcanzarás la paz..”

Fraternalmente,

Natalia Galaviz

Misionera Grupo Juvenil Promedac